“Tanto en la vida de negocios como la personal, siempre he encontrado que viajar me inspira más que ninguna otra cosa que hago. La evidencia de los idiomas, culturas, paisajes, comida y sentimientos de diseño que descubro por todo el mundo, pueden encontrarse en cada pieza de joyería que tengo”. Ivanka Trump
Al ser humano siempre le ha gustado adornarse, distinguirse de los demás, utilizando para ello, diferentes objetos. Ya en la edad de piedra, éramos coquetos, y desde entonces, nuestra forma de hacerlo ha variado enormemente. Primero, eran piedras, cuerno, trozos de madera, conchas, o telas. La historia de la joyería habla de piedras preciosas y de metales distintos, que en perfecta armonía, han dado lugar a los más variados diseños, en función de los tiempos y de los estilos. Los metales más comunes empleados en joyería son el oro, el platino y la plata, pero también del bronce, el hierro, o el vidrio. En la actualidad, se mezclan distintos materiales, como la cerámica, que combinada con los metales, han protagonizado las creaciones más espectaculares y vanguardistas. Entre las piedras preciosas más demandadas, destacan los diamantes, rubíes, zafiros, esmeraldas, topacios, aguamarinas, turmalinas, cuarzos, turquesas, perlas, etc.
En la actualidad, millones de joyerías compiten en un mercado cada vez más saturado, debido principalmente al auge del comercio online y a los precios económicos que, al poder prescindir de tienda física, puede permitirse este tipo de negocio. Por otro lado, estamos ante el nacimiento de una nueva generación de artistas, orfebres y joyeros, que destacan por su originalidad y creatividad.
La joyería personalizada, está hoy más de moda que nunca. Desde el nombre, a la profesión, pasando por motivos diferentes que reflejan la personalidad de ese ser querido al que se le obsequia con tan especial presente. Regalar joyas, es regalar amor, demostrar aprecio y agradecimiento a esa persona, que tenemos la suerte de tener en nuestras vidas.
Qué valoramos más en una pieza de joyería
Pero, ¿qué es lo que más valoran las personas a la hora de comprar una pieza?
Pues bien, los expertos y expertas aseguran que, además de la marca, se tienen en cuenta otras cosas, como el diseño, los metales, las piedras preciosas y semipreciosas, el autor o autora de la obra, y si se trata de una pieza antigua, también de la época. Pero además, al cliente le interesa la posibilidad de personalizar la pieza, nos dicen en Joyería Lorena, una empresa familiar comprometida con ofrecer el mejor de los servicios a todos y cada uno de sus clientes y clientas, dando en todo momento la atención personalizada, tan valorada por el consumidor, tanto en su tienda física, como de manera telefónica. Esta joyería es popular por ofrecer únicamente productos de calidad, con los mejores diseños y a unos precios realmente económicos. Todas sus joyas están fabricadas en Plata de Ley 925 y montadas a mano, ya que cuentan con taller propio.
“Las tendencias vienen y van, y el estilo evoluciona. Es importante tener piezas de joyería que sean atemporales y chic a pesar de modas cambiantes”. Karen Elson
La joyería en la antigua Grecia
En la antigua Grecia el uso de joyas respondía a la necesidad de adornarse, y así, era frecuentes los collares, gargantillas, pendientes, pulseras y anillos o sortijas, y se empleaban diademas y cadenas o cinturones, durante las ceremonias. Además, se empleaban hebillas, broches y alfileres, para sujetar la ropa.
Las principales técnicas eran la filigrana, el cincelado y el repujado oro repujado. También engastaban piedras y usaban distintos esmaltes. Los motivos vegetales como rosas, palmeras o bellotas eran frecuentes. Aunque también eran típicos los diseños de animales, como los carneros, leones, serpientes, o las representaciones humanas como divinidades y héroes.
La joyería en Roma
La joyería romana se caracteriza por el empleo de una gran cantidad de materiales, ya que pudieron aprovecharse de todos los recursos naturales de los territorios que conquistaban dominio, y gracias al comercio, pudieron acceder a piedras exóticas accedieron a exóticas del lejano oriente.
Fueron típicas durante la época del imperio romano, joyas tales como broches, pulseras, pendientes, sortijas, botones y gargantillas, en oro, plata y bronce, principalmente. Entre las piedras, destacan las esmeraldas y las perlas.
Vemos, pues, que las joyas han acompañado siempre al ser humano, desde la prehistoria hasta hoy y sus estilos, han cambiado al ritmo de los tiempos, adornándole, embelleciéndolo.
“Soy un apasionado de René Lalique: ese joyero del XIX que media las piezas por su belleza, no por el peso de los materiales nobles, ni por el valor de las piedras preciosas”, dijo Adolfo Domínguez, ¿piensas tú lo mismo?, ¿o quizás concedes más valor al material?