Las manifestaciones de arte en la sociedad actual son enormes y destacan por su gran cantidad y variedad. En efecto, en un país como España cada año se publican miles de relatos cortos o novelas, miles de cuadros y otras tantas canciones. Lo cierto es que España es un país muy rico en materia cultural y es precisamente eso lo que lo convierte en un destino muy apetecible para turistas procedentes de todas las nacionalidades. Esta es la principal virtud de un país como el nuestro.
Existe una cultura urbana relacionada con la pintura que es sobre todo seguida por los más jóvenes y de la que seguro que todos y todas habéis oído hablar. Hablamos, como no podía ser de otra manera, del graffiti, un fenómeno social y cultural que no deja indiferente a nadie y que ya forma parte tanto de nuestra sociedad como de la composición de nuestras ciudades. En cualquiera de las ciudades españolas ya se pueden observar miles y miles de estos dibujos, que sin lugar a dudas constituyen una de las modas que hemos exportado de países como Gran Bretaña o Estados Unidos.
Existe un debate social en torno a la figura del graffiti. La sociedad se divide a este respecto en dos mitades, la que defiende el graffiti como un modo de arte urbano y la que defiende que no es más que vandalismo. Ambas opiniones tienen argumentos y son respetables, pero ¿con cuál os quedaríais? Un artículo del diario 20 Minutos emitió un debate al respecto que generó bastante movimiento en las redes sociales. Y es que, como decimos, este debate es algo que a casi nadie deja indiferente. Es algo en lo que todo el mundo quiere dar su opinión.
La opinión que tenemos nosotros desde este blog está clara: el graffiti conforma uno de las mayores representaciones de arte urbano y se aleja por completo de lo que algunos llaman vandalismo. La página web de ACNUR da un ejemplo de ello del que deben tomar nota todos aquellos que intentar desprestigiar al mundo del graffiti relacionándolo de manera continua con el crimen y el delito callejeros. En esa web observamos que existen numerosos concursos de este tipo de arte que tienen como objetivo recaudar fondos para ayudar a los refugiados, que se encuentran en una situación desesperada en muchas ocasiones.
El graffiti se ha convertido en el símbolo ya no sólo del arte moderno, sino de la solidaridad del ser humano. Desde una entidad como Multipinturas, encargada de proveer de todo tipo de materiales a los graffiteros, nos han comentado que la gran mayoría de personas que acuden hasta ellos lo hacen para obtener material de cara a un concurso benéfico en apoyo de personas sin recursos o que están en riesgo de exclusión social. Desde luego, queda claro que el mundo del graffiti nada tiene que ver con el vandalismo.
Un modo más de colaborar
La verdad es que cualquier forma de colaboración con los desfavorecidos es digna de elogio. El graffiti se convirtió, desde hace mucho tiempo, en una de esas formas. La verdad es que hemos asistido con gran ilusión al aumento del número de personas que han colaborado a través de este medio a que la sociedad aumente el número de objetos o dinero que puede destinar a personas como los refugiados, que se encuentran sin casa y sin que, en muchos casos, los Estados de la Unión Europea les dejen entrar más allá de sus fronteras, como ocurre con el caso de Italia.
La verdad es que, si todo el mundo demostrara la enorme ilusión que se tiene desde el mundo del arte por colaborar con los desfavorecidos, este mundo sería bien diferente. Porque el mundo del arte (no sólo el de la pintura, sino también el relativo a la música o a la literatura) viene colaborando de un modo intenso y periódico con esta labor. Y es solamente a través de este medio como podemos conseguir que este mundo sea más igualitario, más equitativo y, en definitiva, más justo. Es necesario que así sea. Ahora más que nunca.
El futuro se presenta algo más esperanzador que el presente para muchas personas solamente por todo lo que el arte puede ofrecer en materia de colaboración. También es importante este medio gracias a la gran facilidad que tiene para emitir una denuncia social y dar a conocer todo tipo de barbaridades e injusticias que se dan a lo largo y ancho del Globo. Es importante que arrimemos el hombro y que demostremos que desde cualquier estamento y organización social podemos conseguir que otros se sientan mejor y dispongan de más medios y oportunidades para vivir una vida digna y libre por completo de injusticias.